Me di cuenta que hay que estar de humor para hacerlas, o por lo menos disponer de un poco de tranquilidad, porque a las apuradas no se disfrutan. Y la verdad es que hacerlas es entretenido, podés jugar con los rellenos o con el repulgue.
Hasta ahora hice de:
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Pollo: con cebolla, verdeo, champignones, jamón, salsa blanca. A veces, sólo con salsa blanca quedan espectaculares.
-Cebolla y queso: en una sarten, se carameliza la cebolla a fuego medio y agregando la sal al final, se le agrega un poquito de orégano y luego el queso.
-Muzzarella, tomate y albahaca: conviene poner el tomate arriba del queso o de la albahaca para que no rompa la masa.
-Jamón y queso: se pueden hacer de dos maneras, una express, envolviendo el queso con el jamón o bien una más sustanciosa, haciendo un preparado que incluya casancrem, huevo y el jamón y queso cortado en cubitos.
-Carne: se cocinan la cebolla, el verdeo y el morrón con un poquito de aceite, se le agrega la carne picada y se condimenta con sal y orégano. Cuando la carne esté semi cocida se agrega la salsa de tomate y luego de unos minutos se apaga el fuego. Para que los sabores se intesifiquen, se recomienda dejar reposar el relleno en la heladera durante un día. Antes de hacer el repulgue, agregar un par de huevos cocidos cortados en cubitos y listo.
Tips para que salgan deliciosas:
-El relleno siempre tiene que estar frío. Esto es para que la masa de las empanadas no se deshaga cuando intentes cerrarlas.
-Por eso, para los rellenos que necesitan una cocción previa, es mejor dejarlos preparados un ratito antes de hacer el repulgue, como con las de pollo o las de cebolla.
-Conviene usar muzzarella y no queso común, porque la muzzarella se queda dentro de la empanada, el queso no.
-Si tenés tiempo y ganas, podés hacer de más y frizarlas. Primero se ponen en un plato hasta que lleguen al punto piedra, y después en bolsas ziploc previamente etiquetadas con la fecha.