¿Quién es?
Es una mujer puente. Ella se define como una exploradora cultural, “alguien que no deja de observar, que camina mirando para todos lados, que charla con todo el mundo porque cree que sinceramente todo y todos somos fascinantes. Empecé a recorrer la ciudad leyendo y conociendo personas. Aprendí a sentirme exploradora en mi ciudad. En realidad, lo que hago es convocar a personas con las que me gustaría tomar un café”, dice.
Se desempeña como curadora cultural, diseñadora de experiencias, consultora, productora de contenidos y trend analist. Su trabajo es estimular proyectos sociales a través del networking. Desde hace años viene explorando plataformas grupales para generar, testear y transmitir ideas. “Cada uno de mis proyectos son vehículos para vincular a las personas entre sí, en un marco cultural o artístico. Me gusta ser habilitadora, puente, generadora de espacios de encuentro y tal vez, eso fue central en todo lo que hice hasta ahora.”
¿Por qué la elegi?
Por como piensa, actúa y siente.
Mirá lo que piensa y siente:
“Me rodeo de gente que admiro y así ni un mate a media tarde es tiempo perdido. Encontré la forma de nutrirme de cada intercambio, de aprender de cada charla, y de
generar una red de contención e inspiración permanente. Formo parte de un círculo de mujeres que nace con ese propósito, ahora todas amigas, donde damos poco lugar a la queja y nos obligamos a sentirnos poderosas.
Me alejo del juicio ajeno porque si "diseño mi vida" es a mi modo y para mí: suena liberador y lo es. Ser diseñador de tu vida puede pasar por detalles como decidir dónde comprar tus verduras, hasta por apostar a trabajar en un proyecto ad honórem "hasta que salga". Lo importante es saber que uno decide y se hace cargo de aquello que decide. Entonces, si un día elijo pasar una mañana en modo recreativo, me entrego a vivirlo así, aunque eso implique tener que poner el despertador a las 5 AM al día siguiente.
Evalúo los proyectos entendiendo que sólo una de estas tres variables puede ser débil: remuneración, diversión y experiencia o aprendizaje. Cada dos meses, reviso lo que estoy haciendo en función de estas variables y hago ajustes. Sin embargo, sigo trabajando en decir "no gracias" a propuestas o pedidos cuando ya no tengo tiempo.
En otras palabras,
entendí que mis fortalezas son las cosas que me dan fuerza, no las que hago bien. Algunas tareas me salen sin mayor esfuerzo, pero si cada vez que tengo que hacerlas, intento postergarlas o evitarlas, entonces son debilidades. Por eso, presto especial atención a descubrir qué tareas me dan fuerza, me excitan. Y de ahí sale la energía para hacer; porque sin entusiasmo por mis proyectos no podría hacer tantos, sumado a ser la mamá y mujer que pretendo ser.”
Mirá lo que hace, algunos de sus proyectos son:
Ideame, la plataforma de financiamiento colectivo para creadores latinoamericanos. “Formé parte del grupo fundador. La idea es generar un espacio para que los hacedores se vinculen directamente con las personas que podrían estar interesadas en sus productos y logren financiarse a través de estas comunidades. Más allá de la preventa, también ayuda a la difusión” comenta.
PechaKucha Night, organizó la versión local del evento que nació en Tokio y se expandió a más de 700 ciudades: 12 referentes de distintas disciplinas comparten experiencias en siete minutos. Es una plataforma de innovación en la que los creativos que participan van contra reloj para mostrar o contar lo que hacen con su talento. “Es un evento que te permite sentarte y hacer un zapping de disciplinas creativas y te invita a detectar proyectos, artistas, ideas”, comenta Groppo. Pecha Kucha fue definido como la versión “indie” (más amateur, hecho a pulmón, con oradores menos conocidos) que su primo hermano famoso, las conferencias TED, que promueven presentaciones de menos de 18 minutos sobre temas muy diversos, con ideas “contagiosas”. El nombre es un vocablo japonés que vendría a ser “cháchara” en castellano o chi-chat en inglés. Acá se organiza cada tres meses en el Centro Cultural Konex.
8 tramas, encuentros de ocho personas dispuestas a compartir el activo más importante de su vida: su curva de aprendizaje. La trama de nuestras vidas está compuesta por aprendizajes, decisiones, personas inolvidables, errores y aciertos. Y, en esa trama, existen momentos donde tu vida cambia, pega un giro y tu mirada ya no es la misma. Son relatos de diez minutos y se presentan en el Malba.
En los últimos años se multiplicaron alternativas, a los formatos tradicionales de transmisión de ideas, que privilegian disertaciones cortas, muy bien contadas, con técnicas de stand up, teatro e improvisación; mezcla con números artísticos; choque de visiones muy distintas, “jazz intelectual” y otros ingredientes.
Este post es un collage con fragmentos de las siguientes fuentes:
amdia,
clarin,
fiebre