jueves, 26 de enero de 2012

Tercer new year's resolutions: limpiar el placard

Me cuesta tirar las cosas que ya no uso, o por lo menos, me costaba. Desde que me mudé dejé de acumular cosas innecesarias porque sí. Ahora soy práctica: me sirve, me lo quedo, no me sirve, lo tiro. Ayer decidí sacar toda la ropa de mi placard y sacar la que sé que no voy a usar y la que prefiero no volver a usar. Quiero elegir un estilo de ropa que acompañe mi evolución, ahora soy mamá, y me quiero vestir diferente. Por eso, seleccioné una pila ropa vieja que no da seguir usando y nueva que nunca voy a usar para que deje ocupar lugar innecesario en mi placard. Estoy segura de que alguien más va a poder apreciarlo más que yo. And so be it...


Segunda new year's resolution: recetas nuevas

En lo que va del año ya hice tres recetas nuevas que espero incorporar a la comida de mi casa.
1. Empanadas de carne
2. Milanesa de carne
3. Tarta de frambuesas
4. Pizza y Calzone

Crónica de una receta: Tarta de chocolate, frambuesas y almendras

He aquí el primer intento de la receta:


Primer paso: conseguir la receta, los utensilios y los ingredientes
Le pedí la receta a Susi, mi tía de cariño, que la hizo para las últimas reuniones familiares. Le escribí por mail una sola vez y no volví a insistir porque es una de esas personas que hace las cosas en el momento y si no me  contestó fue porque estaba haciendo chichicientas cosas. Así que primero tuve que esperar la receta.

Cuando llegó, lo primero que hice fue chequear que los ingredientes fueran fáciles de conseguir. Fui haciendo tics mentales con cada uno hasta que llegué a la parte del armado. Como me di cuenta que no podía hacer la receta sin una procesadora mis opciones eran comprarme una o pedirla prestada. Por suerte, mi suegra tiene una que apenas usa y no tuvo problemas en prestármela. Así que después, sólo tuve que ir al almacén a conseguir los ingredientes que no tenía en la alacena, como las almendras y el dulce de frambuesas. Tenía todo listo. 

Segundo paso: el armado
No fue fácil, no por la receta sino por la chiquita. Cocinar con una bebé es una empresa osada, está plagada de interferencias. Empecé cuando estaba durmiendo. Puse todos los ingredientes sobre la mesada. Mise en place check. Para tamizar los secos tuve un pequeño inconveniente, me olvidé de agregar el cacao. Como estaba leyendo de la receta original de pastafrola, me olvidé que además tenía que sacar parte de la harina. Lo resolví rápido sacando un puñadito. Se me complicó después cuando tenía que pasar todo a la procesadora. El bol de la mezcla era muy pequeño, por eso tuve que procesar todo en dos tandas. Dividí los secos a la mitad e hice lo mismo con las proporciones de manteca y huevos. Enchastre asegurado.

En el medio, se despierta la chiquita. La puse en el carrito mientras cocinaba y al principio se entretuvo con los chichitos. Al rato se distrajo y empezó a buscar las cosas fuera del carrito y entre que se tambaleaba para un lado y se ponía a llorar se me hizo largo el procesado. Llegué a unir todo en un bol y la masa quedó con consistencia y muy húmeda, la verdad no sé si tenía que quedar así o no, igualmente la llevé a la heladera durante una hora. En esa hora, aproveché para hervir las almendras, sacarles la cáscara y triturarlas. También, bajé el colchón de la cuna de la chiquita para dejarla en el corralito. Con la gorda encima fui sacando el acolchado, las sabanas, el colchon, el soporte superior y volví a poner todo pero en la parte de abajo. Antes de dejar a la chiquita me di cuenta que me había hecho popo encima. Me limpié, la limpié y la dejé en la cuna para seguir en la cocina.

Lavé todo, limpié parte del enchastre de la mesada y dejé el piso para el final. Cuando saqué la masa de la heladera agregué una parte de las almendras, la otra la usé para un pote de mermelada de frambuesas. Justo cuando iba a empezar con el armado llegó mi marido que se encargó de entretener a la gorda mientras terminaba de fonsar. Primero puse una base de masa, el dulce y el enrejado. Algunas acotaciones, me sobró masa para cuatro muffins (que quedaron deliciosos), por eso, la cantidad de dulce resultó ser un montón. Y para el enrejado, había visto en Utilisima que lo hacían con una manga para que quede más prolijo. Lo cierto es que no tenía opción, porque la masa se me desarmaba de la nada. La puse en la manga y después de mucha presión la primera quedó perfecto, pero ya me había quedado sin fuerza para las siguientes, así que llamé a mi marido para que hiciera las siguientes, pero de tanta fuerza se le explotó la manga y tuve que seguir yo con un poco más de paciencia. 

Tercer paso: la cocción
No sé por qué siempre desconfío de las recetas que tienen como tiempo de cocción 25 minutos; me parece muy poco. Esta vez, la masa quedó cocida salvo la parte de la base que le faltó un poquito. También puede ser que quedó húmeda del dulce, no sé. 

La prueba del gusto
La masa quedó riquísima, pero había exceso de dulce, como había anticipado mi marido. Overall, empalagoso. 

Tip para la próxima
Poner menos dulce y cortar más grande las almendras para que se sientan más. 

Tarta de chocolate, frambuesas y almendras

La receta me la pasó Susi y tiene como base la pastafrola de María Laura D'Aloisio.

Ingredientes
Masa
    Harina de trigo  0000 450g
    Cacao amargo (Nesquik) 50g
    Sal  1  pizca
    Polvo para Hornear  1  cdita
    Azúcar impalpable  250  g
    Manteca  fría 200  g
    Yemas  1
    Huevos  2
    Ralladura de limón  1  cda
    Almendras picadas 1 puñado

Relleno
c/n Dulce de frambuesas
c/n Almendras picadas

Procedimiento
Masa
Tamizar la harina junto con la sal, el polvo para hornear, el azúcar impalpable. Colocar los secos en una procesadora y agregar la manteca cortada en cubos, la ralladura, las almendras y por último los huevos. Procesar hasta formar una masa bien integrada. Dejar reposar en la heladera por 1 hora. Forrar una tartera de 26 cm de diámetro estirando la masa de 1cm de espesor.
Relleno
Mezclar la mermelada de frambuesas con las almendras picadas.
Armado
Cubrir la masa con el dulce y realizar un enrejado sobre el dulce con tiras de masa. Cocinar en un horno a 160°C por 25 minutos.

Organizadores

Buscando por ahí, encontré la página de EnOrden. Y aprovechando que dos amigas que quiero mucho se acaban de mudar, voy a hacerles estos regalos por la mudanza.

Un perchero para accesorios


Un perchero para chalinas


Ya que estoy, podría regalarme uno para mí, no?

jueves, 12 de enero de 2012

Me saqué el cuco e hice milanesas

 y ahora las voy a hacer una vez a la semana

sábado, 7 de enero de 2012

Regalo para embarazada - Parte II



    

Contenido: Son los indispensables para la cotidianidad de la reciente madre. No importa que ya le hayan regalado esto o ya lo haya comprado porque siempre está bueno tener más de uno a mano, por las dudas.
-Cambiador $40, recomiendo tener mínimo tres: uno para el bolso y dos para la casa, al principio los bebés se suelen pillar mientras los cambiás, por eso, cuando con una mano la levantás y con la otra parás el pis que sale, está bueno tener uno limpio que te saque de apuro.
-Chupete Cariñito $9,40, la pediatra nos recomendó el uso del chupete desde los primeros días para paliar su necesidad de succión, y nos dijo "no se gasten fortunas en chupetes de marca que los bebés pueden rechazar, compren el Cariñito, es el que usaron mis hijos y todos mis nietos". Y la verdad es que funcionó de maravilla, a la gorda le gustó de una y además es muy práctico para manipular, porque la manijita se puede doblar y se puede apoyar en cualquier lado.
-Sujeta chupete $8, indispensable para cuando salen a pasear o para el upa. Los chupetes al principio se caen y después vuelan.
-Toallitas húmedas $0, estas son una muestra, pero tampoco quería poner el paquete porque por lo general los pediatras no recomiendan el uso para los recién nacidos; su piel es demasiado sensible todavía.
-Jabón neutro $5, para el baño es lo mejor, nada de perfumes o shampoos de marca, cuanto menos químico está en contacto de la piel del bebé mejor.
-Alcohol en gel $15, indispensable para todo momento, antes y después de cambiarle el pañalito, si estornudás o manipulaste alimentos, si vienen visitas, etc. Prefiero el Pervicol con aloe vera porque tiene un rico perfumito y no se le siente fuerte el olor al alcohol.
-Aceite de almendras $22, uno de los primeros desafíos a pasar con un recién nacido son los cólicos, el bebé llora todo el tiempo y una de las razones se puede solucionar con unos masajitos shantala. El aceite de almendra no le hace nada a la piel del bebé y sirve para realizar mejor los movimientos. Si sobra, se puede usar para las estrías de la madre.
-Revista Ser padres $10, no se puede llamar al pediatra cada día y menos que menos cada hora. Estás vos con el bebé que llora, probaste de todo, upa parada, upa sentada, boca abajo y chaschas, la bicicleta, los masajitos, el provechito, el canto, el baile, las morisquetas, no sabés qué más hacer y no podés bombardear a la pediatra. Entonces te comprás una revista y seguro encontrás algo, quizás otra alternativa, quizás una razón, quizás una experiencia similar, pero sobre todo, el saber que la incertidumbre que te está pasando le pasa y pasó a todo el mundo, pero sobre todo, que es un momento transitorio del que te va a quedar sólo un recuerdo.

Soporte: La caja de madera sirve para tener a mano y ordenados todos los productos de limpieza del bebé. Se lo cambia, por lo menos, seis veces al día. Y si tenés todo junto en un rincón te va a resultar más fácil de manipular. Está decorada con la técnica de decoupage. Primero le di tres capas de pintura acrílica blanca y después pegué recortes de la servilleta que elegí.
-Caja de madera $19
-Pintura blanca $13
-Servilleta $2
-Pincel y cola $0


Envoltura: 
El regalo entra por los ojos y con menos de cinco pesos podés hacer una gran presentación.
-Papel celofán $3,60
-Papel crepe $1,75

En total gasté $150 y es un regalo entretenido de preparar, vas juntando las cosas de a poquito, hacés manualidades y te divertís con los colores. Espero que sea bien recibido!

jueves, 5 de enero de 2012

La cocina de mi abuela

Todavía invade cada recuerdo de mi infancia.

Yo quería que nuestra cocina se pareciera a aquella otra cocina que mi madre llenaba con su presencia perezosa desde bien temprano. Quería que fuera el tipo de cocina donde se come, se hacen los deberes, se escucha la radio, una cocina con ese olor que aplaca el hambre y sirve de consuelo. Un lugar que pareciera haber existido siempre. No me daba cuenta de que sólo para el adulto los espacios son antiguos o recientes; en la memoria de los niños muy chicos, todo se convierte en familiar y personal de manera inmediata. 

La frase la encontré hoy en este blog y es del libro Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo.

Primer new year's resolution: hacer natación

Ayer empecé las clases en un club cerquita de casa y terminé sin poder mover las piernas... cómo lo disfruté.
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