jueves, 27 de marzo de 2014

La música en el día a día

El rincón de música


Sus instrumentos 


También improvisamos...

con cacerolas y pinceles!

ESCUCHAMOS: la música relaja, pacifica, armoniza, conecta los dos hemisferios cerebrales, incentiva la imaginación. Por eso, con Oli escuchamos música de distintos estilos (de clásica a contemporánea). Desde el piano hacemos un popurri de música clásica: algo movidito, tipo allegro, como El cascanueces de Tchaikvosky o Sonata K545 de Mozart, algo intermedio, tipo adaggio, como algún vals de Strauss hijo y algo más tranqui, más bien moderato, como Nocturno de Chopin para bajar las revoluciones. Además, me hice una lista de reproducción con música ochentosa que bajé al celular. Y cada tanto, se lo dejo a Oli para que haga de DJ y ponga canciones bien pum para arriba tipo Walking on sunshineKarma Chameleon y La bamba

BAILAMOS: el baile disminuye y previene el nivel de estrés, estimula la autoestima, facilita la expresión de las emociones, desarrolla la creatividad y sobre todo embellece el estilo de vida. Oli tiene una forma muy graciosa de moverse, así que cuando escuchamos música juntas aprovecho yo también a soltarme y bailar gracioso, dejándome llevar por la música.  

CANTAMOS: el canto desarrolla la expresión, sirve para vencer la timidez y fortalecer la autoestima. Oli tiene mucha memoria para las letras de canciones y de tanto escuchar canciones en inglés como las de La novicia rebelde, en francés como las de Zaz y las bien latinas como las de Compay Segundo se aprendió las letras de algunas de sus canciones. Las preferidas del momento son DoReMi, Je veux y el Camisón de Pepa.

TOCAMOS: la idea es incentivarla a que toque instrumentos musicales u objetos que permitan la percusión para que se divierta creando sonidos. Ella tiene a disposición el órgano, una guitarra de juguete y una caja con distintos instrumentos musicales como flautas, cascabeles y triángulos. Y a falta de tambores, un día, solita, puso todas las cacerolas sobre la mesa y usando los lápices como palillos se puso a hacer distintos tipos de ruido y se armó un concierto de percusiones. Próximamente, le voy a conseguir una armónica y un xylofón. Y se me ocurre que sería interesante llenar botellas con semillas o hacer un palo de lluvia. 

Collages

Se me ocurrió que podía ser divertido hacer un collage de colores con Oli. Saqué la idea de un libro para chicos que descubrí en una librería: representaba los colores con imágenes reales en vez de mostrar dibujos infantilizados. Me pareció piola porque de esta manera los chicos amplían su tipo de repertorio de imágenes. En esta etapa está bueno que desarrollen lo visual para estimular el hemisferio derecho. 

Recortamos colores e imágenes para hacer un cuaderno 


Oli está en la etapa en la que le entusiasma mucho cortar con tijeras y estuvo un buen rato entretenida cortando sola las hojas de las revistas. 


¿Por qué está bueno el arte en los chicos?


El arte que ayuda a desarrollar el hemisferio derecho, a equilibrar las emociones y los prepara para ser co-creadores. Trabajar la parte estética, creativa y expresiva de los chicos:

Promueve la autoestima
-desarrolla el conocimiento propio y la autoridad personal
-permite experimentar el poder de la elección y la capacidad de tomar decisiones
-contribuye a poder definirnos y a definir lo que deseamos hacer
-enseña a asumir compromisos y, a la vez, reconocer nuestras propias limitaciones

Promueve la expresión
-contribuye a la fluidez de la comunicación
-ayuda a exteriorizar las emociones
-permite poder lidiar con los conflictos internos
-desarrolla la armonía, el bienestar y la felicidad
-permite reconocer los potenciales
-promueve el amor a las Artes

Promueve la adaptación y flexibilidad
-enseña que puede haber más de una solución a un problema
-permite pensar creativamente soluciones a un problema
-la facilidad de reaccionar a los cambios extremos

Promueve el desarrollo perceptivo
-estimula ambos lados del cerebro
-incentiva a prestar atención al espacio físico que los rodea
-desarrolla la coordinación de los ojos y las manos
-permite experimentar la libertad del descubrimiento

Fuente: libro Pedagogía 3000 y 20 razones del arte

lunes, 24 de marzo de 2014

Coloreando los días

El rincón de arte 

 

La escala de colores


Otras ideas originales


Hija tiene su rincón de arte con temperas, lápices, crayones y hojas blancas. Lo ubiqué arriba de la biblioteca,  cosa de que sea un lugar de fácil acceso para que agarre cada vez que quiera. Intento darle la mayor libertad posible para que juegue con los colores y los materiales. Es así que si quiere usar la tempera blanca sobre la hoja blanca no le digo nada. Ella sola va descubriendo las cosas. Todavía me causa gracia cuando recuerdo la primera vez que mezcló el azul con el amarillo y me gritó sorprendida "Mamá, mirá, hice verde" contenta por su descubrimiento. 

Generalmente, agarra los pomos de temperas y pone los colores directamente sobre la hoja. Después, lo distribuye con las manos o con los pinceles. Además de pintar con las manos y con pinceles de distintos tamaños, también descubrimos que se pueden usar sellos improvisados como hojas, ramas, rollos de papel higiénico con forma de corazón, legos, corchos; es cuestión de seguir explorando. 

Siempre dejo que elija lo que quiere representar, después, le pido que me cuente qué hizo. Hasta hace unas semanas, pintaba dos o tres veces por día, pero desde que descubrió cómo hacer caras con ojos, nariz y boca, desplazó las temperas por los lápices y ahora dibuja todo el tiempo. Dice que son "osos" y suele ponerles bigotes "como el tío Eduardo". También les suele agregar orejas. Tiene dos años y ocho meses y solita pasó del garabato a formas definidas. 

Intento no calificar lo que hace. Hay veces que lo que hace me parece tan lindo que no puedo evitar decirle cuánto me gusto. Aún así, intento describirlo solamente: "veo que dibujaste una cara". No sé si hago bien. Mi intención es que no dependa de opiniones ajenas para disfrutar de lo que hace y que se pueda contentar con el placer de hacerlo, independientemente de cómo haya salido. Todas sus obras pasan unos días por la heladera y terminan en su carpeta de arte. Una carpeta que guardo yo y que saco cada tanto para que vea sus obras.

Suelo quedarme callada mirándola. Otras veces me pongo a su lado a dibujar. Ella misma me invita y me prepara una hoja "Mamá, vos también", me dice. Y termina siendo un lindo ejercicio de relajación. Dicen que a través del arte uno procesa las emociones, cuando uno pinta o dibuja expresa y descarga los sentimientos que tiene en el momento. Y me di cuenta que es una buena manera de soltarme, dibujo lo que sale, sin pensar. 

Con hija tenemos un acuerdo: puede usar el rincón de arte cuando quiera, la única condición es que cuando termine de usar los materiales, los vuelva a guardar en su lugar, cosa de que la próxima vez que quiera usarlos, sepa dónde están. A veces los guarda, a veces no, y lo respeto. Cuando no tiene ganas, le pido que se quede a mi lado mientras yo lo junto, cosa de que vea que las cosas no se ordenan solas mágicamente. 
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