De a poquito voy apropiándome de mi nueva casa. Esta compra, en particular, me alegró el día. Tenía fichado el patchwork desde abril hasta que dije ¡basta, lo quiero ya, no importa cuánto salga!.. los almohadones vinieron de yapa. Pero... lo compré sin avisarle nada a mi novio (y la convivencia exige algo de comunicación en el tema de las compras). Ete aquí que ni bien llega, ve los almohadones que antes estaban en la cama sobre el sillón del living y una bolsa negra al lado del tacho de basura y automáticamente me dice "Compraste el acolchado". Cualquiera diría que después de un día de trabajo son pocos los que se ponen a atar cabos. La cosa es que nunca lo puedo sorprender con nada porque siempre se me adelanta. Ya no le digo "tengo una sorpresa" porque de alguna manera u otra me termina la frase con aquello con lo que pensaba sorprenderlo.
Por cierto, le encantó.
1 comentario:
Me encantó, es verdad.
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