martes, 12 de agosto de 2014

Experiencia Scrooge

Scrooge es el protagonista de la novela de Dickens que narra la transformación de un viejo cascarrabias luego de la visita de tres fantasmas navideños. Ahora te pregunto ¿qué pasaría si pudieras ver tu futuro? Si seguís haciendo lo que estás haciendo eso va a generar una determinada realidad. Ahora bien, creo que no hace falta viajar en el tiempo para experimentar en carne propia lo que puede pasar. El presente es un regalo que leído desde sus múltiples ángulos puede darte toda la información. Mirá lo que me pasó:

Viste cuando dicen "ojo con lo que pedís que el universo te lo da"? Bueno, ahora entiendo muy bien por qué. Ya hace unos meses me propuse amar mi realidad presente, así como está. Y sí, no es fácil cuando tenés una manada de ideales haciendo fila para intervenir en tu día a día sin que te des cuenta. Hete aquí que el Universo me dio un empujoncito, un empujón mejor dicho. Hizo tambalear dos de los pilares más importantes de mi vida. ¿Viste que dicen que uno aprecia lo que tiene hasta que lo pierde? Bueno, en mi caso, cuando pensás que lo estás por perder.

Primer cachetazo: Yo me venía quejando de una cierta monotonía en la pareja hasta que alguien me preguntó "¿Qué pasaría si alguien te dijera que en un tiempo vos te vas a separar de tu pareja?" Esta pregunta no me dejó pensando, me llevó directamente a la acción. Con mi pareja pasamos del aburrimiento a la cachondez constante. Dejé pasar enojos y los convertí en propuestas. Yo no sé qué pasará mañana, mas hoy tengo una hermosa familia y decidí que voy a disfrutar lo más que pueda de ella.

Segundo cachetazo. Yo me venía quejando de no tener libertad (soy mamá full time de una maravillosa nena de tres) y ¿qué pasaría si me embarazara de nuevo? Chan. Si antes me sentía sin la posibilidad de hacer lo que yo quisiera, de encontrar un espacio para mí para desarrollarme y relajarme, ante la perspectiva de otro bebé realmente me angustié. Hay una mamá que hace referencia a la maternidad como libertad condicional, y es un poco eso. Veo a las mamás de dos y están realmente desbordadas. Claro que quiero tener otro, mas no ahora: sola, sin tribu ni familia cerca que actúen como contención. Estuve dos semanas con la incertidumbre. Ahora amo el tiempo libre que tengo.

Por suerte, ni uno ni lo otro, pero el susto dejó sus huellas. Fueron dos cachetazos que me sirvieron para reaccionar. Cuando sentís que estás por perder algo te aferrás, lo apreciás, lo ves de otra manera, "ey no era tan malo como pensaba". Cuando las cosas tienen una fecha de vencimiento explotás su potencial. Si sabés que una crema dura por siempre quizás nunca la uses, pero si sabés que vence en una semana, te obligás a usarla en una tarta o salsa, donde sea cosa de no desaprovecharla.

Estas experiencias me sirvieron para descentrarme, para mirar desde afuera una realidad que me estaba quedando grande. Y cuando mirás desde otro ángulo, lo que te parecía gigante, se ve más chico, y lo que chiquito, empieza a cobrar más fuerza. Entonces ¿qué me ayudó a amar mi presente? Reconocer que nada es eterno, todo tiene un comienzo y un final, es la mejor forma de amar tu presente. Sin dar por sentado nada. Sí, la incertidumbre puede desestabilizar, mas, la certidumbre también puede achanchar. El poder de definición siempre está en uno. Esto me llevó a revisar ¿qué otras cosas doy por sentado?

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...