Generalmente, yo me encargo de planchar pero no me puedo quejar. No sólo no me desagrada hacerlo sino que además, mi novio colabora cuando no puedo. Además, me compré una tabla re divertida llena de colores y el volumen de ropa es relativamente bajo porque en el edificio hay un lavadero con secadores. Como está prohibido colgar la ropa en el balcón (ya nos multaron por eso) la visita al secador es obligatoria. Lo bueno es que la ropa sale casi sin necesidad de ser planchada; a lo sumo por un par de cositas. Y cuando esas cositas se acumulan tengo que poner manos a la obra. Sin embargo, después de pasar un domingo tan lindo como hoy, no tenía muchas ganas. Gracias Mary Poppins, hoy plaché escuchando a Paolo Conte y terminé sin darme cuenta. "In every job that must be done, there is an element of fun. You find the fun, and ¡snap! the job's a game."
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