Mi hija es una esponja. Me ve tejiendo y quiere tejer. Ve al papá corriendo y quiere correr. Imita todo lo que ve. Y verla hacer todo lo que hacemos es un poco fuerte porque me devuelve un espejo de lo que soy, de lo lindo y de lo no tan lindo. Cuando hasta hace un tiempo lloraba y hacía berrinche cada vez que no conseguía lo que quería, me di cuenta que yo hacía lo mismo. Cuando se la pasaba diciéndonos todo lo que teníamos que hacer y cómo, me di cuenta que yo hacía lo mismo.
Al ser un espejo de mi, es mi mejor maestra y me enseñó a ver la vida de otra manera:
a aceptar cuando las cosas no salen como yo quiero
que puedo elegir cómo sentirme en cada momento
a no pretender controlar todo y entregarme a la sorpresa
que no puedo prevenir los momentos incómodos y molestos, sólo los puedo pasar
que no hay que evitar el error, es una gran fuente de aprendizaje y no de culpa
que es más fácil tomar responsabilidad por lo que pasa que victimizarse y echar culpas
que estoy experimentando, y que la vida es a base de prueba y error, no puedo saber lo que tengo que hacer de antemano en cada momento todo el tiempo, tengo que probar
que no vale la pena atarse a ideales, no somos budineras, estamos vivos y somos cambiantes
a vivir el presente en el presente
a poner límites sanos a la gente más extrovertida que yo
a respetarme a mi misma
a que merezco un tiempo para mi sola
a dar libertad a los demás y reconocer que pueden hacer las cosas de otra manera
que necesito poco
que es mejor llevar una mochila liviana
que las cosas hay que decirlas
que es mejor decir la verdad por más de que suene fuerte a mitigarla con mini mentiras
que lo que decimos de los demás es un reflejo de lo que somos
que hay que ponerle palabras a todo lo que nos pasa
que si me enojo con alguien se lo tengo que decir a ese alguien y no escudarme en confidentes
que la vida está para ser vivida como protagonista
que la guía no está afuera sino adentro de uno
a preguntarme que es lo que verdaderamente quiero en cada momento
que soy maravillosa.
Todo eso me enseñó mi hija.
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