La plaza es juego, libertad, exploración, desafío, interacción, negociación, disfrute. Podemos ir mil veces a la hamaca y no se cansa, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, "más fuerte" me grita buscando la adrenalina del vaivén. Con el tobogán no se hace la guapa, me pide que le tenga las manos para bajar. Y lo que hace solita solita son las tortitas de arena, cómo le encanta hacer que cocina. Cuando estamos solas, podemos jugar a que ella es una vendedora de comida y yo una clienta que le pide pizzas, ensaladas, tartas. Cuando está con sus amigos, hasta hace descuentos. Es un hermoso y mágico punto de encuentro. Lo bueno de Tigre es que está lleno de plazas: la del McDonalds, la del Museo, la de la plaza de los bomberos.
Santo refugio! No sé qué haría sin vos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario